Los tiempos han evolucionado bastante desde que se inventaron los primeros cuchillos, y con ellos por supuesto los seres humanos y las sociedades. Cada uno de los pueblos que fue surgiendo fue dejando su huella en la historia, y con ellos fueron y vinieron diferentes ideas, formas y usos para el invento que fue el cuchillo, unas más originales que otras, pero siempre nuevas y con la intención de ser algo que quedara marcado en los anales históricos; no funcionó en todas las ocasiones, pero los intentos se hicieron siempre.
Sin embargo, yo pensaba hace un tiempo que estas ideas se habían terminado, puesto que poco más se podía hacer, decir o inventar sobre ese útil instrumento que es un cuchillo, vaina, filo o cualquier otro nombre que se le quiera dar. Pero mira por dónde el ser humano siempre me asombra, y mientras el otro día me dedicaba a ver por internet videos xxx porno, descubrí que alguna mente lúcida y adelantada (o atrasada, todo depende de cómo se mire), había decidido introducir estos objetos para que sirvieran como juguetes sexuales, ¿te lo puedes creer?
Yo todavía alucino, aunque quizá es que todavía sea muy inocente o muy obtuso para tener ideas así. Nunca se me hubiera ocurrido que un cuchillo de hoja afilada pudiera ser algo que excitara a una pareja a la hora de tener sexo, pero mira por dónde me equivocaba. Y no es que se tratara de un video de porno extremo ni nada de eso, ni siquiera se acercaba un poco al BDSM: resulta que unas maduras xxx, decidiendo innovar su vida sexual y añadirle algo de picante, habían tenido esta idea para que sus maridos volvieran a tener el interés por follar de los primeros días de casados, y pensaron que unos cortes aquí y allá hechos sin demasiada saña pero con caras de viciosas podrían dar resultado.
Como eran videos de ficción, por supuesto que resultaba escandalosamente bien, aunque yo me quedé pensando si esto podría pasar en la vida real. Mi primera respuesta fue que no, pero después se me ocurrió que cada persona es un mundo, y que encima en una pareja se deben unir los mundos de los dos, así que quizá podría tener cabida una fantasía erótica así. ¿Qué opinas tú? Quizá sería cuestión de probar suerte, el miedo y la excitación sexual siempre han estado muy cerca el uno del otro, he escuchado decir. Y si fuera una nueva técnica de conseguir placer, entonces podríamos decir que también nuestra sociedad ha conseguido añadir un nuevo uso al antiguo invento de la hoja afilada: hemos contribuido a la historia sin darnos cuenta.